Aculturación
La aculturación es un proceso de
adaptación gradual de un individuo (o de un grupo de individuos) de una cultura
a otra con la cual está en contacto continuo y directo, sin que ello implique, necesariamente, el
abandono de los patrones de su cultura de origen. Dicho contacto suele derivar
en influencias culturales mutuas que comportan cambios en una o en ambas culturas.
El proceso de aculturación consiste,
por un lado, en la incorporación de elementos de la nueva cultura y, por otro,
en el reajuste de los patrones culturales del individuo o grupo, motivados
ambos por la necesidad de reorientar sus pensamientos, sentimientos y formas de
comunicación a las exigencias de las realidades externas. A través de las
actividades de incorporación y acomodación, el individuo va aprendiendo a
desenvolverse, con altibajos, en la nueva cultura. Teniendo en cuenta que el
proceso responde a una búsqueda de equilibrio (que a su vez implica una
reorganización permanente), la aculturación, lejos de ser un proceso lineal, se
desarrolla en sucesivos movimientos de avance y retroceso, de prueba y ensayo,
de acercamiento y alejamiento entre ambas culturas. Algunos autores señalan que
el individuo experimenta procesos de aprendizaje de algunos hábitos y fenómenos
de la nueva cultura y de des-aprendizaje o deculturación de algunos hábitos de
su cultura de origen.
Existen numerosos modelos de
explicación de la aculturación. Entre los que la estudiaron en relación con la
adquisición de segundas lenguas, figura J. Schumann (1976), quien advirtió que
las personas que hablaban pidgin evidenciaban una fosilización tanto
lingüística como social. Su modelo identifica tres estrategias de integración:
- La asimilación o total adaptación a la cultura nueva,
- La aculturación, que consiste en aprender a funcionar en una cultura nueva manteniendo la identidad propia y,
- La preservación de los patrones culturales de su cultura de origen o total rechazo de la cultura nueva.
La aculturación depende de
factores positivos en términos de distancia social y distancia psicológica.
Estos datos motivaron otros estudios, como los de H. D. Brown (1980), quien
caracterizó la fase de uso de la interlengua similar al pidgin, como período
sociocultural crítico. Para Brown, hay una fase inicial importante en la
relación con la cultura nueva en la que la motivación es fuerte, ya se ha
experimentado el choque cultural y en la que debe tener lugar una buena cantidad
de aprendizaje de lengua. Si un
estudiante se sitúa en ese período sin alcanzar un nivel mínimo de competencia
comunicativa, el nivel umbral de aculturación, tiene grandes probabilidades de
mostrar una fosilización en el nivel de la competencia funcional. Brown reconoce cuatro fases en el proceso de
aculturación: euforia, inseguridad, recuperación y aceptación; identifica un
sentimiento de anomia, de sentirse sin techo al principio de la fase de
recuperación y sugiere que es en este momento en el que se produce el
aprendizaje de lengua más fructífero.
En el modelo de W. Acton y J.
Walter de Felix (1986), se establecen 4 niveles de aculturación:
- Turista: en este nivel la cultura es casi inaccesible. Se produce cierto grado de choque cultural y se utilizan estrategias y recursos de la lengua materna.
- Superviviente: nivel funcional del lenguaje y de comprensión funcional de la cultura. Al final de esta etapa sitúan el nivel umbral de aculturación.
- Inmigrante: nivel que suelen alcanzar las personas con cierto grado de educación y que llevan cierto tiempo en la cultura meta.
- Ciudadano: cercano al nivel del hablante nativo.
El concepto de aculturación
adquiere especial relevancia en las situaciones de aprendizaje de lenguas en
situación de inmersión. Los modelos que explican la aculturación ayudan a los
profesores a identificar los estadios por los que pasan los estudiantes en el
proceso de adquisición de la lengua y de la cultura y, consecuentemente, a
ajustar sus decisiones docentes.
Fuente: Centro Virtual Cervantes (cvc.cervantes.es)
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Para los guatemaltecos que se han visto en la necesidad de residir por tiempo indefinido en Estados Unidos han tenido que pasar por el proceso de la aculturación, en primer lugar se enfrentan al choque de culturas y la lucha por asimilar la nueva cultura sin perder la propia. Por ejemplo, el lenguaje.
Luego, si quiere poder mantenerse en el país, se tiene que adaptar a la cultura, (festividades, ciertas formas de pensar y actuar, estilos de vida) y claro que la persona puede optar por mantener su identidad cultural intacta, es decir, ha asimilado que ya no está en su país de origen, pero sigue apegado a su cultura, estando en otra diferente.
Otras formas de aculturación se puede ver en temas de seguridad, fiestas y descansos de Estados Unidos, formas de tratar a las personas, la religiosidad, etc.
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